viernes, 11 de enero de 2013

LA MEDITACIÓN Y NUESTRAS EMOCIONES

Diversos estudios han comprobado la efectividad de la meditación en la gestión y control de nuestras emociones. La mente discursiva es la que genera interpretaciones constantes de la realidad que nos rodea, si éstas interpretaciones están basadas en juicios de valor e interpretadas como ofensas hacia nosotros nos generarán sufrimiento.

La meditación nos ayuda a calmar esta mente discursiva, a desconectar de los juicios y de los pensamientos negativos para conectar con ésa parte más profunda de nuestra persona, para encontrar la calma y tranquilidad que necesitamos para vivir una vida plena y con sentido.

Hoy os propongo un ejercicio de meditación trascendental:


1) La posición
La posición es muy importante en el resultado de nuestra meditación. Debemos hacerlo sentado, con la espalda derecha y la columna vertebral recta y apoyada. Los pies deberán descansar descalzos en el suelo.


2) Constancia
La constancia es la verdadera clave de la meditación trascendental. Debemos meditar todos los días durante 20 min., una vez a la mañana y otra a la tarde. De nada sirve hacerlo un día, y luego repetirlo 4 días después. Debemos mantener un ritmo.
3) El lugar
Debemos encontrar un lugar cómodo y relajado, en el que no podamos ser molestados por ningún estímulo externo a este lugar.
Cómo meditar?
Pasos:
1) Siéntate cómodo en el lugar que has elegido como espacio de meditación y relajación. Busca una posición cómoda que te permita estar relajado y a la vez atento, recomiendo sentado en posición de loto o japonesa o tumbado con las piernas flexionadas, la planta de los pies sobre el suelo y los brazos dencansando a los lados del cuerpo.
2) Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente. Mientras lo haces, concéntrate en cómo entra y sale el aire de tus pulmones. Procura no pensar en otra cosa, y si lo haces (es normal), intenta desechar estos pensamientos como si los tiraras a una papelera o pasaran de largo.
3) Luego, ya encontrándote relajado y cómodo, con los ojos cerrados comienza a repetir un mantra. Un mantra es una palabra corta, sin sentido, generalmente de sonidos abiertos (vocales). Puedes elegir el sonido que más te guste, el más típico es el om. Deberás repetir esta palabra en tu mente a un ritmo continuo. Cuida que tu respiración no se sincronice con él. No quieres eso. Déjalo fluir naturalmente y, recuerda, la meditación trascendental no debe ser un esfuerzo para ti. Si no puedes hacerlo al principio, piensa que estás practicando para un futuro.
4) Después de 20 min., abre despacio y suavemente tus ojos y tomate unos instantes para percibir la relajación y la calma.